Vacaciones en el pueblo

No es casualidad que uno de nuestros vestidos se llame igual que mi abuela y tampoco es casualidad que sea el más especial de todos. El vestido Guadalupe me recuerda a las meriendas de jamón con mantequilla y a las noches de tele en la casa del pueblo viendo "El Grand Prix" junto a ella.

¿Será por cosas como estas que volver al pueblo cada verano se convierte en mi plan perfecto? Para mi, el pueblo es un regalo. 

Nava del Barco es un pueblecito enclavado en la Sierra de Gredos. Los poquitos habitantes que quedan hoy en día se multiplican cuando llega el mes de Julio, y se llena de niños en bici, abuelos echando la partida, paseos por la carretera, comidas familiares en el campo, birrinchis con amigos y largas tardes en el río.  

Aquí todos nos conocemos y si te cruzas con alguien es de obligado cumplimiento saludar. 

En La Nava, como lo llamamos nosotros no hay prisa ni obligaciones ni tareas. Todas las tareas ya las hicieron nuestros abuelos y padres en el campo hace años. Ya queda muy poco de todo eso, pero se conservan algunas tradiciones que nos hacen viajar en el tiempo y sentir que estamos lejos sin necesidad de cruzar el Atlántico. 

Muy recomendado para amantes del trekking y la naturaleza. Maravillosas las noches de verano y su cielo estrellado y las patatas "rebullías"(revolconas para el resto de pueblos de la comarca). 

El agua es el tesoro de este pueblo. Fría, muy fría pero poderosa! Es emocionante ver como el agua corre a sus anchas por el medio del pueblo y por la tarde, tartera en mano y para La Presa, a pegarnos un chapuzón!!

Como veis, todo simple y cotidiano. Las vacaciones en el pueblo son mi inspiración y el impulso para hacer todo esto realidad. La colección ..... es un trocito de pueblo. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

 Y vosotros... ¿Tenéis pueblo? ¿Hablamos de vacaciones?

Comparto unas fotos para que veáis de que hablo... es magia!! :)